la gente siempre se hace las mismas preguntas: “¿Me conoce Dios?” “¿Me ama?” “¿Podrá perdonarme?”
Aunque no sientas la presencia de Dios, él siempre está presente. En esos momentos necesitas ejercitar la fe y decidir que él está a tu lado porque su palabra, la Biblia, lo dice. Tendrás que descartar o ignorar esos sentimientos. Dios es Dios y tus sentimientos son solo eso, sentimientos. Recuerda los atributos divinos y alaba a Dios por ellos. De esa manera reconocerás su presencia y creerás sus promesas de nunca dejarte solo. Planifica hacer una caminata para hablar con él, adorándolo por lo que él es y por lo que ha hecho a favor tuyo. Agradécele por la promesa de su presencia en tu vida.
La verdad es cerrada y absoluta. Jesús, quien es Dios, declaró que él es el único camino que existe para llegar a Dios. Los cristianos simplemente repiten la verdad que Jesús dijo acerca de sí mismo.
“Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”. (Juan 14:6)
Omnisciente—Todo lo sabe (Salmos 139:1–4)
Omnipotente—Todopoderoso (Jeremías 32:27)
Omnipresente—Está en todos lados (Jeremías 23:23–24)
Eterno— No está limitado por el tiempo (Deuteronomio 32:40)
Inmutable—No cambia (Malaquías 3:6)
Incomprensible— Insondable y misterioso (Romanos 11:33)
Existente en sí mismo—Es la vida en sí mismo (Juan 5:26)
Auto-suficiente— Dios puede actuar por sí mismo (Romanos 11:36)
Infinito—Ilimitado (Salmos 139:7–12)
Trascendente— Sobre todas las cosas (Isaías 55:9)
Soberano— Rey supremo (Daniel 4:35)
Santo— Puro, apartado del pecado (1 Pedro 1:15)
Justo—Absoluta rectitud (Salmos 119:137)
Misericordioso—Compasivo (Salmos 116:5)
Paciente (2 Pedro 3:9)
Sabio— Perfecto en sus decisiones (Salmos 104:24)
Bueno—Puro en sus motivaciones (Romanos 2:4)
Siente ira— Odia el pecado (Romanos 1:18)
Verdadero—Puro de palabra (Tito 1:2)
Fiel— Cumple sus promesas (2 Timoteo 2:13)
Amoroso— Él busca el bien de los seres humanos; hace lo mejor, lo menos egoísta y de mayor provecho para todos (Juan 3:16)